La Internet de las Cosas es cada vez más “realidad” y su aplicación en todos los sectores es cada vez más patente. Descubre dónde están cambiando las cosas en el Sector Agro.
¿Cómo ayuda la tecnología IoT (Internet de las cosas) a mejorar y optimizar la gestión y rentabilidad de todas las entidades que trabajan en la cadena de suministro del sector agroalimentario? ¿Cuáles son las dinámicas y ámbitos en los que esta tecnología puede aportar su valor?
A estas cuestiones son las que se intentan responder en este post, ya que la tecnología aplicada es interesante siempre que aporte el valor necesario para mejorar los rendimientos y la sostenibilidad de las entidades del sector.
En el ámbito de los viveros, semilleros y explotaciones agrícolas, es decir entidades que trabajan en precosecha y cosecha, las áreas fundamentales en las que se puede aplicar esta tecnología son:
Un caso de uso que podría combinar todas las tecnologías mencionadas anteriormente, que trabajan en el ámbito de la IoT, es la implementación de un modelo de decisión de riego y de detección temprana de enfermedades basado en observación y previsión meteorológica y datos tomados de sondas y sensores, tanto en suelo, como en ambiente y planta.
Este modelo, captando estos inputs, realiza un algoritmo que arroja como resultados una recomendación de planificación de riego y una recomendación de aplicación fitosanitaria en una determinada área de la finca. El sistema informático que lo procesa podría enviar automáticamente, a través de la Red: por un lado, la planificación de riego al sistema remoto de control de fertirrigación para que automatice el proceso y, por otro lado, al sistema “OnBoard” del tractor, la localización y cantidad de producto a aplicar para que realice la labor.
En este ámbito las áreas en las que se puede aplicar esta tecnología son:
En definitiva, desde la entrada del producto recolectado hasta la salida del producto final a comercializar, actúan la Internet de las Cosas que automatiza la operación, la gestión y la monitorización de todos los procesos, esto permite optimizar recursos y agilizar procesos, con lo que redunda en incrementos de rendimiento y productividad.
De forma adicional, si los sistemas están conectados con los que operan en explotaciones agrícolas, viveros y semilleros, se permite concentrar todos los datos que estos sistemas gestionan y generan, en los sistemas de información, con lo que se permite establecer un sistema de trazabilidad automatizada que garantiza seguridad alimentaria al consumidor final.
Destacar que, utilizando todos estos datos generados por la Internet de las Cosas de forma combinada con otras fuentes de datos, se pueden establecer procesos analíticos avanzados, utilizando tecnologías BIG DATA, que ofrecen cuadros de mandos con indicadores que ayudan a la toma de decisiones estratégicas en diversos ámbitos.
Fuente: agrointeligencia.com